El próximo domingo nos toca armar el Pesebre y el árbol de Navidad. En casa siempre fue una fiesta, desempolvar el árbol que había estado guardado todo el año esperando este momento, colocarle los adornos para que se viera lo más lindo posible (algunos comprados, algunos heredados, algunos caseros)...ah... y después todas las fotos se tomaban al lado del árbol, no se evaluaba otro lugar para posar que no fuere con el árbol de fondo...y la verdad es que muy lindas fotos nos sacamos con Finita junto al árbol...
Pero... ¿de dónde viene esa tradición?
Se dice cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad cristiana. Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, en cuya copa se hallaba la morada de los dioses y en las raíces más profundas estaba el reino de los muertos. Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, los conversos tomaron la idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiándole totalmente el significado.
Fue que San Bonifacio (680-754), evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó uno de estos arboles, y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces, se transformaron en esferas y otros adornos.
En esta Navidad, queremos estar presentes en tu casa, con estas riquísimas, crocantes, coloridas y originales cookies vitraux, con sabor a limón y corazón de caramelo.
Para regalar, para colgar del arbolito, para disfrutarlas en familia!
Fuente Origen del árbol de Navidad: Wikipedia